Festividades de Otoño: San Micael

El paso del tiempo para los niños no viene marcado en un calendario ni en una agenda, para ellos los días, meses y estaciones solamente tienen sentido en relación a su vida, a las cosas que pueden ver ocurren en determinados momentos del día o del año. Así un niño sabe que es hora de dormir, no porque sean ya las 7 pm sino, porque ya se bañó y cenó. De igual manera las festividades y la época de preparación para ellas les permiten conectarse con el ritmo de la naturaleza, con las estaciones y los cambios físicos y anímicos que se viven en cada una de ellas.

Con cada una de estas celebraciones buscamos, además, que los niños, a través de la reverencia, se conecten, junto con nosotros, con los valores y virtudes que rodean a cada una de ellas.

Cada estación posee características particulares que nos brindan una oportunidad de crecimiento interior diferente.

El inicio del otoño se ve marcado por el cambio paulatino de color en las hojas de los árboles, en la duración de los días que van acortándose gradualmente, en el aire cada vez más frío. El otoño es una época de transición del verano hacia el invierno, donde pasamos de tener una gran actividad exterior, al igual que las plantas que están disfrutando del sol y madurando sus frutos, a tener una gran actividad interior, como la naturaleza que se cierra al mundo exterior, pero bulle de actividad dentro de la tierra, actividad que permitirá posteriormente la resurrección primaveral.

Es, dentro de estos primeros días del otoño, que en las escuelas Waldorf se celebra la fiesta de Micael, el arcángel Miguel, reconocido en varias tradiciones, incluidas la cristiana, judaica e islámica, como el arcángel que vence y domina al dragón con su espada luminosa.

Por esta razón es, a través de la figura de Micael, que trabajamos con los niños el valor y la fuerza interna necesaria para enfrentar los retos de la vida, para enfrentar y vencer al dragón que simboliza el mal que se encuentra en el mundo y en nuestro interior (enojo, apatía, egoísmo, miedo, impaciencia, envidia, etc). 

San Miguel representa la fuerza, el combate y la lucha contra el mal, va en busca de la verdad y venciendo al dragón nos ofrece la imagen de que el mundo es bueno. La imagen de la esperanza que tanto necesitan los niños de hoy.

Micael enfrenta estos retos que se le presentan encontrando en su interior la fuerza interna necesaria, abierto a pedir y recibir la ayuda divina para poder vencer al dragón. Así mismo nosotros debemos enfrentar los retos que la vida y nuestra propia naturaleza nos presentan, buscando en nuestro interior esa gran fuerza que cada uno poseemos y buscando la ayuda tanto divina como de la comunidad que nos rodea.

Como sociedad este año se nos han presentado varios retos Micaélicos que nos invitan a realizar este trabajo interior, el Coronoaviris, el encierro, la enseñanza a distancia, el distanciamiento social, el adaptarnos a nuevas formas de trabajo, las dificultades económicas, cada uno de ellos despierta en nosotros un dragón diferente con el que batallar. Cada uno de nosotros, con el apoyo de nuestras familias y comunidades, y con la ayuda del mundo espiritual, lograremos enfrentar estos retos, vencer estas dificultades y someter a nuestros dragones. 

Esta época de San Miguel está marcada por las narraciones de personajes valientes, cuentos de héroes y princesas, imágenes del dragón y canciones que nos invitan a adentrarnos en la época de Micael, a fin de culminar con la celebración el día 29 de septiembre. 

El día de la celebración podemos realizar diferentes retos físicos que los niños deban de ir superando, buscando a través de sobrepasarlos, conectarse con esa fuerza interna que tienen y equilibrar la balanza entre la luz y la obscuridad. Podemos poner una balanza cargada de piedras de un solo lado, en la cual los niños pongan una nueva piedra, del otro lado, por cada reto completado.

Normalmente se termina el festejo realizando y compartiendo el pan de dragón, dependiendo de la edad de los niños podemos, al partirlo reconocer a ese dragón interno que queremos vencer.

Esta vivencia de la fuerza interna es un mensaje fundamental para los niños, saber que las dificultades y los problemas se presentarán en diferentes momentos durante nuestra vida, pero teniendo la certeza de que tenemos la fuerza y contamos con la ayuda necesaria para poder enfrentarlos les permite crecer sintiéndose seguros de sí mismos y del mundo que les rodea.

Ya compartimos en nuestra página la receta del pan de dragón, la cual incluye un pequeño cuento que hace aún más mágico el momento de la elaboración del pan, y les compartimos también canciones de San Miguel para que puedan empezar a incluir esta celebración en su ritmo anual.

 

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