Les compartimos una dulce idea de “Cuidados que nutren”: un bello y divertido ritual para hacer todos los días con los niños: Levantar y Acostar al duendecillo.
En casa, en las mañanas después de desayunar, uno de los niños despierta al duendecillo correspondiente a ese día. A veces escogen una canción para levantarlo, a veces lo mueven un poquito, a veces le gritan al pobre duende.
Cada duende tiene una capa con el color del día y un sombrero que corresponde a ese día.
Los colores van alineados con la propuesta de Rudolf Steiner:
Lunes: Morado
Martes: Rojo
Miércoles: Amarillo
Jueves: Naranja
Viernes: Verde
Sábado: Azul
Domingo: Blanco
En las noches, para terminar el día prendemos una vela y al apagarla los niños acuestan al duende, le quitan el sobrero, lo cobijan y le dicen buenas noches. El empezar o cerrar el día se puede acompañar con un lindo verso de temporada.
Ahí están, nos acompañan y con su presencia nos indican el pasar del tiempo, quizás también lo que toca comer ese día, o que toca una actividad especial como puede ser ver a los abuelos o una caminata en el bosque.
Aqui una idea de verso:
“Buenas noches Madre Tierra,
Buenas Noches Padre Sol,
Buenas noches plantas piedras,
Buenas noches yo les doy.
Buenas noches para ti, y para mi también”
Y tambien pueden encontrar alguna canción para acompañar el ritual en está lista.
Con cariño,
Marielle
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