de Cynthia Aldinger (traducido por LifeWays América Latina)
Cuando creamos un espacio de trabajo – una oficina, un aula, un establecimiento comercial – hay ciertas herramientas que necesitamos para realizar algunas tareas específicas. Normalmente no pensaríamos en usar un martillo para atornillar un enchufe en la pared o un destornillador para clavar un clavo en un armario. Intentamos encontrar el utensilio que mejor se adapte a la necesidad de la tarea en cuestión. Si consideramos que los juguetes son herramientas de la primera infancia, tenemos que pensar cuales de ellos son los que mejor sirven al niño en las diferentes etapas de su desarrollo.
Los juguetes más apropiados en los primeros años son simples y llenos de posibilidades. Los mejores son “90% niño y 10% juguete”. Vale la pena hacer el esfuerzo de encontrar aquellos que invoquen la creatividad natural, la imaginación y el desarrollo saludable del niño. Si son hechos de materiales naturales, como la madera, el caucho, la lana, el algodón, la seda y el metal proporcionan experiencias sensoriales variadas y normalmente no son tóxicos. Pensemos en el “juguete” que más ha resistido el paso del tiempo: el arenero. ¡Es difícil conseguir algo con más posibilidades y natural que eso! Observando a los niños pequeños en un parque público, siempre me sorprende lo fascinados que están con las piedras y los guijarros que se usan en los paseos. El mundo natural proporciona fácilmente numerosos “juguetes” para los pequeños.
Por supuesto, otra cosa que consideramos al elegirlos es la edad del niño. Mientras que del nacimiento a los seis años se consideran los años de la primera infancia, no esperamos que un niño de seis meses sea capaz de construir una torre de bloques como podría hacer un niño más grande. A continuación, se describen las fases de la primera infancia y las cualidades más necesarias en los juguetes.
Juguetes para bebés
En este momento, los “juguetes” más disponibles e interesantes son las propias extremidades del niño. Libremente, un pequeño bebé descubrirá sus dedos de las manos y de los pies y pasará tiempo hablándoles y masticándolos. Uno puede colocar uno o dos juguetes simples, como un sonajero de madera, un pañuelo de algodón o un pequeño cuenco, a cada lado del bebé para que pueda “descubrirlos” al extender la mano. Esto fomenta el desarrollo motor grande y a menudo es el catalizador para aprender a darse la vuelta. También ayuda a desarrollar la coordinación y la fuerza muscular. La actividad autoiniciada es mejor para el bebé que los sistemas de entretenimiento artificiales. Los bebés no necesitan gimnasios infantiles, móviles u otros artilugios de lujo mientras haya gente alrededor para que los observen. “…. un bebé encontrará suficiente estímulo en la mayoría de los hogares para hacer el truco, desde golpear ollas y sartenes hasta hablar con un hermano. La frase clave aquí es ‘estimulado adecuadamente’, lo que no es lo mismo que estimulado de forma costosa o, lo que es peor, sobre estimulado” (Rosenberg y Reibstein, Newsweek, Primavera/Verano 1997).
De gateadores a niños pequeños
A medida que los bebés se mueven, se interesan por todo lo que les rodea. Cualquier cosa tiene el potencial de ser un “juguete”. Este es el momento en que la seguridad se convierte en un problema; por ejemplo, las cosas que podían estar en un estante más bajo ahora se mueven hacia arriba.
Este es un buen momento para introducir juguetes que se mueven – el caballo balancín, la carretilla, bolas de punto o de lana. A los niños pequeños también les encantan las cosas que se pueden apilar o encajar unas dentro de otras, o las cosas que tienen tapas. Por supuesto, los niños pequeños están muy interesados en las actividades de los niños mayores e incluso empezarán a imitar algunas de sus actividades de juego creativas, como fingir una fiesta de té. Afuera, el arenero se convierte en un lugar importante, y el juego con agua es bienvenido. También pueden pasar una cantidad increíble de tiempo “jugando” con el nudo de un árbol o una piña caída si no se les interrumpe. Son como pequeños científicos, realmente “estudiando” la forma y el detalle de las cosas. Demasiados objetos pueden distraerlos y pueden impedirles descubrir una variedad de formas de jugar con sólo unas pocas cosas.
De la niñez temprana a los tres años
Desde los últimos años de la niñez temprana hasta alrededor de los tres años es el comienzo de la exploración de lo que es jugar “con” otros niños. Hay una tendencia hacia lo que comúnmente se llama juego “lado a lado”. Los niños son conscientes de estar con otro niño, pero siguen viviendo principalmente en su propio espacio. No es un momento para compartir fácilmente. Imagine cómo se sentiría una científica si estuviera estudiando algo intensamente bajo el microscopio y alguien se lo quitara de repente. Es molesto y, en el caso de los niños, a menudo provoca lágrimas. Sin embargo, esto es una parte natural del crecimiento, y la persona que lo cuida usa la discreción para ayudar a determinar cuál es la mejor solución para el incidente en cuestión. No es necesario tener una sobreabundancia de cada cosa para evitar el conflicto. Más bien, esos momentos son valiosas experiencias de aprendizaje que a menudo conducen a soluciones sorprendentes.
Los juguetes en esta época incluyen ambientes y materiales hogareños como pequeños juegos de cocina, platos, mesas y sillas que pueden moverse para crear “casas”, grandes paños y ropa de vestir, grandes rompecabezas de madera que tienen hermosas imágenes, unos pocos animales de madera o tejidos y algunos instrumentos musicales simples como badajos o campanas pentatónicas. El niño está aprendiendo a descubrir el mundo y nombrando los objetos, por lo que es importante proporcionarle juguetes que sean identificables y a la vez hermosos.
Preescolar
A medida que el niño pasa a la edad preescolar, muchos de estos mismos juguetes siguen siendo aplicables y necesarios, pero el juego comienza a ser un poco más cooperativo. Los niños comienzan a crear temas de historias para acompañar sus juegos imaginativos, así que pasan parte de su tiempo reuniendo accesorios. Dependiendo de la influencia de los medios de comunicación, los accesorios pueden ser muy creativos. El niño saturado de medios de comunicación tiende a pensar que las cosas tienen que ser de cierta manera (como se anuncia en la televisión o en una película).
Los niños que todavía son libres en su imaginación pueden convertir un pedazo de madera en un teléfono o en una barra de pan. En este momento, es útil proporcionar una variedad de objetos naturales mezclados con unos pocos objetos formados. Por ejemplo, se pueden proporcionar platos de juguete, pero el niño puede decidir que un trozo de cáscara de coco es también un tazón o una taza o que las piñas de pino son la comida que se sirve. En otras palabras, sus juguetes ya no necesitan ser tan “formados” o “reales” como los del niño pequeño, que está tan ocupado identificando “cosas” por lo que realmente son.
Los niños de cinco y seis años
Alrededor de las cinco, el niño comienza a moverse más y más hacia la imaginación creativa. Los niños todavía pasan el tiempo planeando sus temas, pero eso en sí mismo puede ser satisfactorio, y puede que nunca lleguen a reunir muchos objetos.
Ahora pueden tener pesadas repisas o muebles para usar dentro del juego y crear techos y paredes para sus entornos. Estando afuera es un buen momento para construir un fuerte y otras actividades motoras grandes. Al mismo tiempo, queremos fomentar un desarrollo saludable de la motricidad fina, por lo que cosas como cestas de costura, trabajo con estambre y herramientas reales se vuelven más importantes. Es importante plantear proyectos que se extiendan por períodos de tiempo largos que compense nuestra actual cultura de ir a un ritmo rápido constantemente. El mayor regalo que podemos dar a nuestros niños es el regalo del tiempo para concentrarse realmente en sus juegos.
En un momento en que los fabricantes de juguetes nos dicen que nuestros niños necesitan más y más, este es realmente un momento en que están felices de crear con menos si se los permitimos y les ofrecemos estímulo. Jugar a la tienda con cajas vacías y cuentas de colores, trabajar en proyectos, pasar mucho tiempo en la naturaleza y tener una amplia actividad trepando, transportando cosas en carros y usando juguetes de montar proporciona una vida plena de juego. También es un momento en el que los niños disfrutan creando pequeños entornos como la casa de muñecas o torres para sus coches o cajas de zapatos decoradas para sus animales de juguete, etc.
La Muñeca
La muñeca sigue jugando un papel íntimo en la vida de las personas, desde la infancia hasta la edad adulta. Para los adultos suele ser una pieza de coleccionista más que un objeto de juego. Para el niño es maravilloso si la muñeca puede llegar a ser más “querida”, en lugar de ser parte de una “colección”. El materialismo nos invade muy pronto animando a nuestros niños a convertirse en consumidores a través de las colecciones. Cuando esto ocurre, la muñeca, o lo que sea que forme parte de la colección, pierde esa cualidad especial e íntima que hace que el niño se nutra.
Para los bebés la muñeca está mejor representada por una simple muñeca de nudo que el niño puede masticar. Estas muñecas pueden ser hechas de franela de algodón con la cabeza atada y las manos rellenas de lana.
A medida que el niño crece, las muñecas de fibra natural que tienen extremidades y pelo pueden ser vestidas, envueltas en mantas y amadas. Mientras que los niños pueden tenerlas en varios estados de vestir o desvestirse a lo largo del día, es un buen ejemplo envolverlas en mantas y arroparlas al final del día para que el niño pueda vernos modelando cómo se las cuida. La muñeca es el único juguete que representa realmente a una persona, y es importante que los niños aprendan un tipo de respeto particular para su cuidado.
Al proporcionar los juguetes adecuados para los niños de diferentes edades, los padres pueden proporcionarles las herramientas que necesitan para el juego creativo, que es realmente “el trabajo de la primera infancia”.
Artículo original en inglés disponible aquí
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