Exploración Creativa

¡Cuenten un cuento especial ese día! y recuerden esta historia para la temporada de lluvias. Pueden ver aquí una forma muy casera de contarlo.

Un día tormentoso en el jardín de la Madre Tierra

La Madre Tierra vive en un hermoso jardín verde. En la parte trasera de su casa hay un bello estanque azul, tan redondo como la luna y tan azul como el cielo en un día soleado. Cuando el Padre Sol brilla, sus cálidos rayos bailan en la superficie del estanque detrás de la casa, y poco después, los peces dorados que viven en el estanque saltan lo más alto posible para atraparlos.

En un borde del estanque hay un gran sauce viejo, cuyas ramas flotan sobre el borde del agua. Bajo el sauce, al lado del estanque, hay un espacio con suaves lirios verdes, a las ranas que viven en el estanque les encanta sentarse allí. Las ranas grandes se sientan en los lirios grandes y las ranas pequeñas se sientan en los lirios pequeños. Todas se sientan y comienzan a cantar juntas en cuanto el Padre Sol se despierta y, nuevamente, cuando el Padre Sol se va a dormir. ¡Su canción es tan fuerte que incluso el Padre Sol puede oírla!

A las ranas pequeñas les gusta nadar en el estanque todo el día y son amigas de los peces dorados. A veces nadan juntos hasta el montón de rocas en el fondo del estanque. ¡Este es su castillo, les encanta estar allí, hay muchas habitaciones para jugar!

Algunos días, el Hermano Viento viene a visitar el jardín de la Madre Tierra y sopla su suave aliento a través de la tierra. Las ramas del viejo sauce bailan sobre el estanque y les hacen cosquillas a las ranas grandes sentadas sobre los lirios. El Hermano Viento también sopla suavemente sobre la superficie del estanque y los peces dorados se balancean debajo. A veces, la Hermana Lluvia también visita el jardín de la Madre Tierra y rocía sus gotas por doquier. A las ranas pequeñas les encanta nadar en la superficie del agua cuando la Lluvia viene a visitarlas y sentir el plic ploc de sus dedos tocando sus espaldas.

Un día, Hermano Viento vino a visitar el jardín de la Madre Tierra con dos nuevos amigos: Trueno Temible y Rayo Crepitante. ¡Hermano Viento no sospechaba los problemas que podían causar! Llegaron todos a jugar. Al principio, todo parecía normal. Pero de repente Trueno Temible comenzó a aplaudir y gritar tan fuerte que todas las ranas pequeñas salieron corriendo al fondo del estanque hasta su castillo de rocas para alejarse del terrible sonido. Rayo Crepitante lo acompañó y comenzó a gritar y saltar. Todos los peces dorados nadaron los más rápido posible hacia el fondo del estanque para alejarse de él. Hermano Viento estaba tan molesto que comenzó a girar y correr por aquí y por allá, formando grandes olas que chocaron en el borde del estanque. Las ramas del gran sauce viejo se ataron en un gran nudo.

Madre Tierra oyó el ruido en su jardín y vio que todos estaban muy asustados. Salió y llamó a Padre Sol para pedir ayuda. Juntos empujaron a Tormenta Temible y Rayo Crepitante hacia otro camino. ¡Solo entonces la Madre Tierra vio lo que habían hecho! Llamó a las hadas de las flores y a los elfos del jardín, y juntos trabajaron para hacer el jardín hermoso de nuevo. Las hadas de las flores desataron el nudo del gran sauce y sus ramas colgaron de nuevo suavemente sobre el borde del estanque. ¡Pero las ranas pequeñas y los peces dorados no se veían por ninguna parte! Estaban escondidos en su castillo submarino. Madre Tierra llamó a sus hadas del agua para nadar hacia ellos y decirles que todos estaban a salvo. Esa noche las ranas grandes y las ranas pequeñas le cantaron al Padre Sol mientras se preparaba para irse a la cama y su canto era tan fuerte como nunca. ¡Querían que el Padre Sol supiera lo contentas que estaban de volver a verlo! Esa noche Dama Luna trajo a todas sus hijas estrellas a brillar, brillar en el oscuro cielo nocturno. Cantaron canciones de cuna en el jardín de la Madre Tierra durante toda la noche.

Cindy Brooks es terapeuta matrimonial y familiar con licencia en Santa Cruz, CA, se especializa en trabajar con niños y adultos. Graduada del Bay Area Center for Waldorf Teacher Training (2003), Cindy está integrando la Antroposofía y la Psicología de profundidad en su trabajo como educadora y terapeuta. Estas historias son parte de un libro en la que es co-autora con Joya Birns, Maestra Waldorf, llamado “Parenting with Spirit” (Crianza con Espíritu).

 

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