El día de hoy te compartimos interesante información para esta época de renacer.
- Empezamos con una rima que se puede decir, cantar, hacer como juego de dedos, como juego corporal. Trata mimarla con todo el cuerpo con los niños. Suele generar carcajadas 😊 ¡A Saltar!
Los pies de la liebre de Pascua saltan, saltan, saltan,
Mientras sus grandes orejas vuelan, vuelan, vuelan.
Corre y corre en su camino para traer huevitos,
Con sus saltos, hop, hop, hop, hop,hop,hop,hop,hop.
- ¿Alguna vez te has preguntado cómo el Conejo de Pascua se convirtió en uno de los embajadores de estas fiestas?
La tradición llegó a los Estados Unidos con los inmigrantes alemanes. Celebraban la Pascua con la Liebre pascual (Osterhase), se pensaba que eclosionaba en esta época y ocultaba huevos multicolores para que los niños los descubrieran alrededor de sus hogares y jardines el Domingo de Pascua.
En esta zona del mundo, tenemos más conejos que liebres, pero son de la misma familia, por lo que el “Conejo de Pascua” se convirtió en una tradición muy valorada.
- ¿Por qué la liebre/conejo?
Tiene que ver con una calidad muy especial de la liebre.
La liebre es un animal bastante indefenso. Pero indiscutiblemente es un corredor rápido. Así que podemos asumir que, si una liebre se encuentra en peligro, su primer instinto es correr, ¿cierto? Pero no hace eso.
En primer lugar, golpea sus patas traseras para advertir a todas las otras liebres por encima y por debajo del suelo que hay problemas cerca. En algunos casos, eso hace que la fuente del peligro llegue a ellos. La liebre está dispuesta a sacrificarse por los demás, por lo que es el animal perfecto como embajador de la Pascua, la fiesta representando el sacrificio de Cristo.
Hay historias sobre la calidad de sacrificio de la liebre que remontan a la antigua India. Aquí les compartimos una que contamos a las familias en nuestro programa “LifeWays” en granja de Paradise Farm Milwakee:
El cuento de la liebre desinteresada
Hace mucho tiempo, vivía una liebre en un bosque frondoso, entre hierba suave y tierna, bellos helechos, enredaderas, y orquídeas silvestres.
Este bosque era uno de los favoritos de los ascetas: las personas que se retiran del mundo para centrarse en sus viajes espirituales. Estos acestas vivían de comida que les pedían a los demás. La gente de esa época consideraba que dar limosna a los santos viajeros era un deber sagrado.
La liebre tenía tres amigos, un mono, un chacal y una nutria, que consideraban a la liebre sabia como su líder. Les enseñó la importancia de guardar las leyes morales, observar los días santos y dar limosna. Cada vez que se acercaba un día santo, la liebre advirtió a sus amigos que, si alguien les pedía comida, debían dar libre y generosamente la comida que habían recogido para ellos mismos.
Sakra, señor de los Devas, observaba a los cuatro amigos desde su gran palacio de luz en la cima del Monte Meru. Un día santo, decidió probar su virtud.
Ese día, los cuatro amigos se separaron para buscar comida.
La nutria encontró siete peces rojos en una orilla del río; el chacal encontró una lagartija y un recipiente de leche cuajada que alguien había abandonado; El mono recogía mangos de los árboles.
Sakra tomó la forma de un Brahman, o sacerdote, y se dirigió a la nutria y le dijo: “Amigo, tengo hambre. Necesito comida antes de poder realizar mis tareas sacerdotales. ¿Me puedes ayudar?” Y la nutria le ofreció al Brahman los siete peces que había recogido para su propia comida.
Después el Brahman fue con el chacal y le dijo “Amigo, tengo hambre. Necesito comida antes de poder realizar mis tareas sacerdotales. ¿Me puedes ayudar?” Y el chacal le ofreció al Brahmán la lagartija y la leche cuajada que tenía reservados para su propia comida.
Entonces el Brahman fue con el mono y dijo:” Amigo, tengo hambre. Necesito comida antes de poder realizar mis tareas sacerdotales. ¿Me puedes ayudar?” Y el mono le ofreció al Brahman los mangos jugosos que tenia guardados para su comida.
Finalmente, el Brahman fue con la liebre y le pidió comida. La liebre no tenía más alimento que la exuberante hierba que crecía en el bosque. Así que la liebre le pidió al Brahman que construyera una fogata, cuando el fuego estaba ardiendo, la liebre dijo
”¡No tengo nada que darte de comer más que a mí mismo!” y la liebre se arrojó al fuego.
Sakra, todavía disfrazado de Brahmán, estaba muy asombrado y profundamente conmovido. Hizo que el fuego se enfriara instantáneamente para que la liebre no se quemara, y luego reveló su verdadera forma a la pequeña y abnegada liebre.
” Querida liebre ” le dijo, ” Tu virtud será recordada a través de los siglos. “Y luego Sakra pintó la imagen de la sabia liebre en la cara pálida de la Luna para que todos la vean.
Sakra regresó a su casa en el Monte Meru, y los cuatro amigos vivieron felices y agradecidos en su hermoso bosque. Hasta el día de hoy, aquellos que miran hacia la Luna pueden ver la imagen de la liebre desinteresada.
Te deseamos una bella temporada de renacer.
Marielle, Diana y Glenda
Artículo original de Mary O´Connell en inglés disponible aquí
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